Cuentapropismo en Cuba estimula delito de especulación y acaparamiento

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Lic. Veizant Boloy

Ante la desesperación de enmendar decisiones incorrectas acumuladas por el Gobierno Cubano durante más de 50 años, se brindan soluciones arbitrarias o mal razonadas que contribuyen a la incertidumbre jurídica.

Si bien es cierto que las nuevas disposiciones que regulan el cuentapropismo, en aras de fomentar empleo, son una vía de escape para muchos cubanos, estas regulaciones tienen que estar en correspondencia con la legislación penal vigente.

Me refiero al cuentapropista que vende variados productos en mesas, catres, o simplemente sobre una tela en el piso, careciendo de elementales condiciones higiénicas, de un espacio donde sea agradable adquirir los productos o al menos una pizca de creatividad; ofertando por otra parte, artículos a más del doble de su costo original, que son adquiridos en Tiendas Recaudadoras de Divisa o provenientes de personas que viajan al exterior.

En este sentido es válido recalcar que el Código Penal sanciona en su artículo 230,  al que adquiera mercancías u otros objetos con el propósito de revenderlos para obtener lucro o ganancia, o retenga en su poder o transporte mercancías, o productos en cantidades evidente e injustificadamente superiores a las requeridas para sus necesidades normales.

Lo anterior es precisamente lo que hacen estos revendedores con licencia, acaparan los productos, fundamentalmente cuando hay rebajas, para dedicarse luego a la reventa, siendo imposible para la población adquirirlos en la tienda, por lo que se ven forzados a recurrir posteriormente a estos “autorizados”, que se enriquecen fácil e inescrupulosamente.

¿Acaso esta actividad por cuenta propia amerita nuevas consideraciones en torno al delito Especulación y Acaparamiento que previó el legislador?, ¿el hecho de tener una licencia otorgada por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social ampara al ciudadano para incurrir en este delito?

Una solución pudiera ser que almacenes al por mayor vendiesen a los cuentapropistas como en casi todo el mundo y entonces las cosas estarían dentro del cauce normal de esa actividad.

Cuando cambia el escenario económico de un país, este debe estar aparejado a lo legislado o de lo contrario realizar las modificaciones necesarias.


5 comentarios sobre “Cuentapropismo en Cuba estimula delito de especulación y acaparamiento

  1. Lic. Veizant Boloy, es un buen comienzo de la AJC iniciar un análisis jurídico de la aberración atentatoria de la Constitución cubana, que es la claudicación del castrofascismo ante las realidades socioeconómicas. Como la Constitución de 1976 establece, Cuba es una república socialista camino del comunismo perfecto. Como ambas declaraciones significan que la totalidad del quehacer económico y sus consecuencias sociales TIENEN que estar comprendidas dentro de ese marco marxista (ruso leninista), léase Estado centralista y planificador, venir ahora a permitir la libre empresa (precaria) «explotadora de los trabajadores» es una traición a esos principios. (A mi me fascina constatar que en Cuba se escriben cartas magnas y leyes que nadie respeta y de cuyas trasgresiones solamente una inteligentzia muy educada critica.)
    Pero nadie se atreve a plantarle una acusación constitucional a quien transgrede la Constitución y las leyes. Ni la Asamblea nacional y «popular». Ni el PCC, que resulta directamente afectado porque pierde el control de los medios de producción.
    Como reina en Cuba el tribalismo económico y social, tampoco hay fuerza alguna que ponga orden en cuanto a las normas para la producción de alimentos, su manipulación y comercialización. Si las autoridades no son capaces siquiera de controlar a las panaderias estatales, menos podrán con cientos de miles de cuentapropistas a quienes se les graba con precios abusivos para sus licencias y con impuestos estúpidos que más bien frenan la actividad económica, en lugar de incentivarla. Lo peor, y que usted no menciona es que esos impuestos trogloditas a su vez crean la economía paralela en donde se produce y vende sin llevar ninguna contabilidad digna de ser auditada. La ignorancia en cuanto a ECONOMIA, es evidente en todos los estamentos del poder cubano, y por supuesto creen que con ordenar golpizas a quienes son descubiertos trasgrediendo las normas, eso será suficiente. SERA PEOR.
    Lo que más me pone triste es confirmar que en Cuba durante 53 años se creyó que el látigo es mejor que la zanahoria. Que pegando, persiguiendo, aterrorizando y frenando el impulso productivo se hacía socialismo, cuando las realidades – que estudié en Economía y Administración pública en Suecia – demuestran que para hacer socialismo PARA TODOS, no es necesario látigo alguno, sino incentivos y premios a la productividad. Que el socialismo no necesita de ser proclamado y empujado a tiro limpio, sino que debe practicarse a diario haciendo el acceso a los bienes comunes, comunes para todos. ¿Lo entenderán los tiranosaurios alguna vez? ¿Lo entienden las nuevas generaciones, esas «que en 53 años no están todavía preparadas para gobernar»?

    http//www.ipaebooks.org

  2. Carlos muy lógico su comentario. Yo no sé cual de los artículos que publica Wilfredo Vallín es mejor. Esto no es más que parte del injerto de un sistema probadamente fracasado dentro de un país pobre del tercer mundo, Es como si un cirujano le transplantara un brazo a un paciente en el lugar que va la pierna. Es más del mismo gerontocratismo tragicómico de izquierda.

  3. La historia de los Cuentapropistas, fue, es y será, «El cuento de la buena Pipa»
    Mientras no llegue la pregunta cansona de » quieres que te haga el cuento de la Buena Pipa”. Que los cubanos se defiendan más creativamente y con menos corrupción.

    Ojala que se mantenga este cuento hasta que se pueda liberar el ingenio cubano, como siempre ha sido.

    Yirko Saavedra

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