La luz de la justicia

Lic. Tamara Lorenzo Calderón

Ciertamente, ¿es ciega la justicia?, ¿es la ley letra muerta? Cualquiera de estas dos interrogantes, obliga a los operadores del derecho, a desestimar la afirmación de ambas expresiones en nuestra sociedad, si tenemos en cuenta que Justicia es igualdad y se aplica a todos por igual, sin excepción de persona, sexo, color, raza o grupo social, pues nos asiste a los juristas con firme convicción de lo refrendado en la Constitución de la República en su artículo 122 y cito “ Los jueces en su función de impartir justicia, son independientes y no deben obediencia más que a la ley”. Impartir justicia no es más que la aplicación uniforme de la ley acorde a la interpretación que se requiere de ella para cada caso, por lo que exige de nosotros conocimiento y dominio técnico, tanto de la ley procesal y material como las diferentes normas legales establecidas en las ramas del derecho para la correcta solución de cada asunto, sin plegarnos a la voluntad equívoca de aquellos que desde su posición social creen influir y desafiar con irrespeto decisiones que solo competen a la ley en su máxima expresión y sana doctrina.

Entonces ¿para qué fue escrita la ley? Según la Biblia en Hebreos (11:1) “ Es pues, la fe la certeza de lo que se espera…”, es decir fue escrita la ley, no para que sea letra muerta, sino a causa de las transgresiones del hombre en la sociedad y al conocer su voluntad, instruidos por la propia ley, aprobamos lo mejor para establecer un orden contra toda indisciplina y manifestación social que infrinja sus ordenanzas, pues se impone una justa aplicación tanto para que el que resulte víctima de alguna injusticia como para el infractor de estas normas, sin desalentar desde nuestra posición como abogados, fiscales, jueces, etc. la aspiración de justicia en cada particular, observando respeto y profesionalidad en el ejercicio del derecho en virtud de que se cumplimente la efectividad, alcance y legitimidad de la ley.

Todo ciudadano en nuestra sociedad, sujeto a proceso judicial, sea cual sea su naturaleza, cree, confía y espera por su fe en la ley, la esperanza de que se exhiba como su pronto auxilio, la luz de la justicia.

 

 

Un comentario sobre “La luz de la justicia

  1. Lic. Tamara Lorenzo Calderón, excelente su artículo sobre un tema tan espinoso en Cuba como es el de la Moral que ampara y promulga la Justicia. Debemos recordar que todo concepto de Justicia tiene que estar amparada en una praxis moral de la sociedad que pretende ordenar por medio de las leyes. Contrario a lo que muchos ignorantes creen, el concepto de Justicia no es invento nuevo de la civilización, sino que tiene sus raíces más profundas en aquella practicada en las tribus escandinavas. Allí siempre existió la DOMSTEN=Piedra del juicio, es decir, la piedra o roca en donde se asentaba el tribunal de ancianos y líderes que vería la cosa a juzgar. La sentencia era inapelable, que podìa ser ostracismo del infractor, es decir BANA a alguien, de donde proviene el término BANDIDO, es decir, aquel expulsado de su tribu por infringir la ley general y común a todos, o ejecución inmediata. No en vano Carl Marx denominó a las sociedades nórdicas como ejemplo de COMUNISMO PRIMITIVO, porque lo que era COMUN a todos, no podía ser transgredido. Hablo del BIEN COMUN de que hablan varias encíclicas católicas, pero que tienen su correspondencia en todas las religiones. Cuando hablamos de la Cultura nórdica, estamos hablando de aquella que fue Madre de todas las europeas y que fue llevada hace más de 7-6 mil años a la India, la Anatolia, el Peloponeso y las islas del Egeo. Los vestigios de estos conceptos culturales-religiosos quedaron plasmados en los tratados de relaciones internacionales entre los reinos Hititas y el Egipcio, y entre los imperios Persa aqueménide y las satrapías griegas y hebreas. Bastaría mencionar el Código de Hamurabi y los Tratados de comercio entre los Asirios y los Hititas para demostrar que el concepto de Justicia del mundo occidental es muy antíguo y de gran valor histórico. Pero, ¿qué pasó con el concepto de justicia a que condujo la locura de los intérpretes de Carl Marx? La Justicia pasó a ser un concepto político circunstancial y de clase política, alejándose del BIEN COMUN. Toda una contradicción. La Justicia quedó prisionera de las veleidades del líder marxista de turno y de sus obedientes, que por esa causa quedaron a su vez prisioneros de una moral de justicia que contradijo sus propios fines, que son los de servir como instrumento o vara de medir equitativamente los hechos, las personas y sus circunstancias. Es decir, el líder marxista se transformó en EL INJUSTO, en aquel que dicta sentencia según su estado de ánimo, muy lejano a la realidad del común de los mortales. Un nuevo feudalismo, en otras palabras, que en Cuba se tradujo en una práctica injusta gracias a los obedientes al líder, en nombre de la JUSTICIA REVOLUCIONARIA. ¿Es esta justicia revolucionaria justa? Dejemos de historiar y teorizar, y déjeme mencionar mi caso concreto: siendo marxista-leninista y ferviente revolucionario fuí acusado por mis competidores de ser agente de la CIA. Nunca antes, nunca durante, ni nunca después fue esto verdad, pero la justicia revolucionaria marxista decidió que YO DEBERIA SER CONDENADO A MUERTE. «Justicia» practicada por los injustos marxistas. Cuatro intentos de asesinatos de produjeron en mi exiliio de Suecia. Gracias a Dios, no lo consiguieron. ¿Podría alguien seguir creyendo en la Justicia practicada por los marxistas.
    NOTA: Si a alguien interesa el tema histórico antropológico mencionado más arriba, recomiendo mi ensayo SCANDINAVIAN ADORANTS IN PROTOGREECE? publicado en la revista danesa de arqueologica ADORANTEN..
    LINK:http://www.monografias.com/trabajos93/scandinavian-in-proto-greece/scandinavian-in-proto-greece.shtml
    Un saludo por la verdadera Justicia del Bien Común en Cuba.

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